jueves, 31 de mayo de 2012

exposición en la Filmoteca Regional de Murcia

http://www.venagua.blogspot.com.es/

Éste es el texto que ha escrito un buen amigo para la ocasión. ¡Muchísimas gracias!:

Mensaje a la población #1

1. Nos tienen rodeados. Están por todas partes. En la mermelada del desayuno. En la de fresa, frutos del bosque y naranja amarga. En la ropa interior. Limpia o sucia. En las bujías del coche y en el sillín de la bici. Son el peatón, a veces rojo, a veces verde, del semáforo que te ordena qué hacer. Son el policía que finge ser amable y te explica dónde está tal o cual lugar mientras memoriza tu cara para soñar por la noche que te da una paliza. Son la maestra que te enseña a multiplicar y el juez que te castiga. Están en tu nómina de fin de mes o en la ayuda familiar o en el fondo de tu bolsillo vacío. Pero esto también es mentira. Porque aquí, entre los collages de Patricia, no están.

2. Lo que sucede lo hace aquí y ahora. Dentro del Imperio, del Espectáculo, de la Dominación, del Capital o del nombre que se le quiera poner a la bestia. Nos tienen rodeados e infiltrados. Ni las vanguardias más osadas han podido escapar de los omnipotentes tentáculos del discurso dominante. Querer acabar con lo que existe, ir más allá, renovar la pintura, la poesía o la música se parece demasiado al usar y tirar, al consumismo feroz, a la obsolescencia programada. Tu móvil es una mierda pasada de moda, mira el mío último modelo. Tus oleos están muertos, ahora se pinta así. Todo son prisas y fechas de caducidad. Digámoslo otra vez: no queremos vanguardias, ni líderes, ni portavoces. No queremos trascender ni ser genios. Y mucho menos artistas o poetas. Que les den. Queremos un mundo nuevo y sí, lo haremos destruyendo el que hay y recomponiendo los fragmentos. Nuestro mundo nuevo será un collage hermoso y provocador.

3. Que levante la mano el que haya inventado algo. ¿Tú? ¿Estás seguro? ¿Lo has inventado tú solo? ¿Lo has sacado de la nada? ¿No le debes nada a nadie? Bien, ya puedes bajar la mano, no dejas ver a los de atrás. Siendo así, pensarás también que hay cosas tuyas. Cosas de tu propiedad. Nos enternece que pienses de esa manera. Detengámonos, por ejemplo, en tu casa. Tu casa fue construida por personas distintas a ti, en un terreno que otros allanaron, usando materiales que otros construyeron. Los planos los haría un arquitecto gracias a lo que sus profesores le enseñaron y que, a su vez, tomaron de otros arquitectos, no necesariamente más sabios. Podríamos seguir hasta aburrirnos pero hay una exposición que ver. ¿Qué te parece? Te hemos privado de la propiedad de tu casa sin ser un banco. Aristóteles aprendió de Platón y Platón de Sócrates. Superman no existiría sin el Golem. Y Mick Jagger fusiló la forma de cantar de Don Covay. Nada nos pertenece porque es el resultado de las aportaciones, imprescindibles, de muchos otros. Nada nos pertenece y como nada es de nadie, todo puede usarse, a ser posible con una tijeras y una barra de pegamento escolar en las manos. La consecuencia lógica del fin de la propiedad privada en lo que ha trabajos artísticos se refiere es el collage. Un corte de mangas afilado y pegajoso al poder. Un fuck you en toda la cara del artista y del burgués que lo sustenta. Unos están locos por hacerse millonarios. Otros invierten fortunas en obras de artes. Patricia recorta y pega.

4. Allá por el siglo XVIII, década arriba, década abajo, el arte se separó de la vida. Más bien lo separaron. El concepto actual de arte está íntimamente vinculado al sistema capitalista. Arte es pagar 120 millones de dólares por "El grito" de Munch. Por eso decimos que el arte es basura. En las sociedades no capitalista (de empresa o de estado) no existe el arte. La gente vive y, mientras tanto, dibuja, canta o escribe para ser feliz, para espantar al miedo o para que se fijen en ellos. Pero no se hace arte para ser señalado como genio, para ponerse por encima del resto y forrarse a lo loco. Nos reímos del artista. Detestamos al poeta. Y quemaríamos el dinero... si lo tuviéramos.

5. El arte se pudo separar de la vida de la misma manera que la persona ha sido dividida en mil segmentos, en un millón de aspectos, atomizada hasta hacerla desaparecer. Por un lado el trabajo, por otro la maternidad, por otro el tiempo libre, por otro el amor con/sin sexo y etcétera. Divide y vencerás. Reclamamos nuestra totalidad y no aceptamos la violación de nuestros tejidos, de nuestras moléculas. No enfrentamos nuestra objetividad con nuestra subjetividad. Agitamos en la misma copa razón y pasión. No hay ying ni yang solo un sonoro y rítmico A-WOP-BOP-A-LOO-MOP-A-WOP-BAM-BOOM. Y para demostrar todo esto, Patricia afila el cutter, rompe, rasga, pega y nos ofrece una nueva unidad hecha de trocitos. Todavía queda esperanza.



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